Identifica los gastos mínimos fijos (alquiler…) y los gastos variables (compra, ocio…) que tienes cada mes y haz un seguimiento durante un periodo determinado, para saber cuánto gastas en cada partida. Con los ingresos tienes que poder cubrir los gastos fijos y, según los fondos que te resten para los gastos variables, tendrás que ajustarte más o menos.
Vigila tus gastos
Qué has de tener en cuenta
Hay gastos fijos que no varían nunca o muy raramente. También hay partidas fijas que causan gastos variables según las necesidades y los hábitos de consumo; partidas que varían según los deseos o necesidades, y gastos imprevistos. He aquí una relación de las partidas que tendrías que tener en cuenta, en general, para prever y controlar los gastos domésticos.
Intenta tener unos ahorros reservado para imprevistos (gastos derivados de una enfermedad, una multa inesperada, obras de reforma, etc.)
A pesar de que en algún momento te pueda convenir adquirir un producto y pagarlo poco a poco, acumular cuotas y deudas (para pagar un electrodoméstico, un coche, un viaje…) puede llegar a ser insostenible.
Averigua si puedes destinar –y lo quieres– de manera regular una parte grande o pequeña de los ingresos a ahorrar para gastos previstos o proyectos a plazo medio o largo (una matrícula a un curso de formación, un viaje, regalos de Navidad, una mudanza, etc.)
Si quieres saber cómo contratar los servicios del hogar ve a:

¿Cómo ahorrar?
A menudo pensamos que ahorrar es guardar una parte del dinero que tenemos para usarlos cuando lo necesitamos. Pero ahorrar no es sólo guardar dinero, ¡si no también intentar gastar menos!
Mira algunas maneras de hacerlo:
En casa, consejos para gastar menos (y para cuidar el planeta)
Descongelar periódicamente el refrigerador le permitirá ahorrar energía y dinero.
Abre el refrigerador sólo cuando sea necesario y por la menor cantidad de tiempo posible, así evitarás la pérdida de frío.
Mantén el congelador lo más lleno posible, los alimentos congelados ayudan a conservar el frío. Si es necesario, llene con agua algunos recipientes, tápalos e introdúcelos en el congelador.
No introduzcas alimentos calientes en la nevera.
Mantén limpia la parte posterior del refrigerador, la acumulación del polvo reduce el rendimiento y aumenta el consumo de energía eléctrica.
Aprovecha al máximo la luz natural. Además, evita encender luces durante el día y apaga las luces que no estás usando.
Cambia las bombillas tradicionales (incandescentes) por las de ahorro de energía, empieza por aquellas que más tiempo tienes encendidas.
Lava a carga completa y con agua fría.
Las actividades de lavado y planchado realízalas preferentemente en horarios de menor demanda de energía, es decir, durante la mañana. Si vas a utilizar lavadoras, secadoras de ropa o lavavajillas automáticas, utiliza carga completa y siempre limpia los filtros de los artefactos que use, una vez que acabe su uso, sobre todo en el caso de las aspiradoras y secadoras.
Entre un 15% y 20% de ahorro de energía se puede conseguir apagando y desenchufando los equipos electrónicos que no utilices regularmente (DVD, Vídeos, Consolas de Juego).
Configura tu ordenador en “función de ahorro” y apaga la pantalla si vas a salir más de ½ hora.

Te dejamos también este enlace en el que se nos presentan 25 consejos súper útiles para tratar de ahorrar en casa: 25 consejos para ahorrar